26/10/10

A MITAD DEL RECORRIDO



En estos años descubrí...

- Que por ser bueno no te dan un premio, pero que la mala leche siempre se vuelve en contra, así que intento ser lo más buena posible.
- Que no estoy dispuesta a encarar todos los días con una sonrisa, sobre todo cuando me vencen las hormonas o cuando algo me entristece o cuando retengo líquido y me convierto en una bola hídrica.
- Que a los hombres les gusta hacerlo cuando tenés fiebre.
- Que ya no me importa que me digan: aajjjjjjjj ¿sos escorpiana? (siiiccc).
- Que los que aman mucho a los perros habitualmente odian a los gatos.
- Que prefiero un Te quiero bien interpretado en lugar de un Te amo sobreactuado.
- Que terminé siendo todo lo contrario a lo que quería ser cuando fuera grande.
- Que cuando sea grande quiero ser: maestra jardinera, florista, carpintera, encargada de una juegoteca, guitarrista o DJ.
- Que al conversar con los niños recupero la capacidad de sorprenderme.
- Que una mitad mía dejó de ser hija hace tiempo y la otra va y viene.
- Que el hombre moderno prefiere curar antes que prevenir.
- Que por suerte se creó el movimiento slow para los que preferimos andar despacio.
- Que en el amor prefiero darlo todo, para no quedarme con la duda.
- Que mi principal equivocación fue intentar por todos los medios no equivocarme.
- Que me gustaría haber sido menos obediente, más alocada y menos considerada con algunos.
- Que los imprevistos desordenan los planes futuros, el viento al pelo y los niños la casa; pero para desordenar a todos de un saque solo hace falta una noche de pasión desenfrenada.
- Que patalear o rumiar por las cosas que escapan a mi control me enferma.
- Que el mundo al alcance de un clic nos ha hecho más impacientes e intolerantes.
- Que no se donde dejé olvidada la costumbre de enroscar mi pelo con un dedo cuando tengo sueño.
- Que puedo responder: si, no o ¿me podrías dar unos días para pensarlo?
- Que criar a mi hija como una más me parece la mejor elección, aunque a veces me cuesta.
- Que no se puede ser dueño de todas las virtudes.
- Que hubiese estado bueno que me avisen que no hace falta caerle simpático a todo el mundo.
- Que se puede vivir escapando pero no se puede escapar de uno mismo.
- Que disfruto más la fiesta como invitada que como anfitriona.
- Que prefiero ser empleada o compañera de equipo en lugar de jefa.
- Que algunos se ríen de las cosas que a mi me hacen llorar.
- Que soy capaz de sobrevivir a las peores tempestades o de ahogarme en una palangana.
- Que no hay nada que me reconforte más que sumergir la nariz en la melena de mi hija para embriagarme con su perfume.
- Que ya no tengo muchas ganas de celebrar mi cumple aunque a veces fantaseo con olvidarme de los años para festejarlo en un pelotero y nadar crol entre las bolas de plástico, limpiarme el merengue de la torta con la manga, tropezar con la bandeja de panchos vestida de panchera y noquear a mi vecino de un codazo para acaparar todos los juguetitos de la piñata.
- Que por unos días me seguiré equivocando al decir la edad que tengo.
- Que los días previos a mi cumple suelo estar insoportable, aunque sea pasajero.
- Que la mayoría de los seres humanos no somos agradecidos con los años acumulados, salvo cuando la vida nos asusta y nos advierte que es capaz de soltarnos la mano. Eso es algo que también aprendí.

Nota: el numerito de la foto es pura coincidencia es que no encontré otro hecho en madera, sep.

15/10/10

LA ESPALDA DE UNA MADRE


Esperándote recargué las vértebras lumbares,
descoloqué el sacro con todas mis fuerzas para verte por primera vez,
flexioné las cervicales cada vez que apuntabas al cielo,
y entre caballitos y berrinches rechinaron las dorsales.

La espalda de una madre,
dolor que no se siente e impulsa,
que se borra con tus manos en mi cara
y tu nariz sobre la mía.

Espalda que se encorva cuando lloras,
espalda que se expande cuando corres a mis brazos,
espalda que se yergue cuando avanzas,
espalda que encoge mientras creces.

Un día serás mi gigante
abrirás la puerta y te veré partir.
Mi espalda será solo un recuerdo y yo la pequeña
que estrecharás en tus brazos al regreso.

Este texto lo escribí pensando en las imágenes que resumen el tiempo compartido con mi hija y los que vendrán, en un día de esos en que me dolía un poco la espalda. Hoy lo comparto con todas las madres que conozco, con las que veo en la calle cargando a un niño y con varios de la mano, con las que se agachan para despejar el camino lleno de juguetes o simplemente con todas las que se animaron y que algunas veces se quejan por el dolor de espalda.

Feliz Día para Todas
17 de Octubre 2010: Día de la Madre (Argentina)

8/10/10

ESTAS NOMINADA

Hace siete años que te escribo la misma carta cada vez que llega setiembre, pero tu siempre te las ingenias para patearla por debajo de la puerta hacia la calle. Incluso la última vez en un ataque de ira prendiste fuego el buzón. Pero llegó el calor, la piel se asoma y es hora de enfrentarte. A veces cuando me miras con esos ojos de perro basset me pregunto sin no es hora de que te acepte. Tal vez debería ir a ver la obra de teatro "Gorda", pero me parece que ya la sacaron de cartelera. Otros días me pongo firme y digo no hay nada que no se pueda solucionar con una dieta hipocalórica y un plan de ejercicios, pero tu te ríes a carcajadas mientras sacudes las miguitas de polvorones de tu sweater negro. Ese es el momento en que me recuerdas que lo unico magro en mi vida es la voluntad. Y es cierto se acerca el calorcito, la cervecita con maní, la picadita en el jardín y los helados... Se hará difícil librarme de tí, lo sé, mientras siga imaginando estos alimentos hipercalóricos abarrotados de sodio... Omm, Omm piensa manzana, Omm omm piensa tereré, Omm omm piensá en la frescura de los citricos, omm omm... Y será mejor que guardes esa risa burlona, ya que no voy a permitir que este verano me recuerdes que no soy digna de la bikini floreada ni que me obligues a vestir luto con 35° a la sombra, manga tres cuarto y esa malla enteriza que me hace sentir encorsetada.
Alguien de la maldita prepaga podría explicarme cómo carajo hago para conseguir un turno en la nutricionista antes del verano. Aunque no me importan los palos en la rueda, no me interesan, te aviso que ya me cansaste y que no estoy dispuesta a que estas vacaciones te cargues sobre mi espalda, cada vez que me agacho a sacudir la arena de los pies.
No, no, no... ahora no empieces a pucherear que no lograrás manipularme esta vez. Quizás si hubiésemos nacido en el renacimiennto podríamos continuar nuestra sociedad, pero las leyes de la estética conspiran contra nuestra empresa. Mis amigas se lamentan y comentan que era más linda antes de conocerte, mi marido me advierte que no me pase de la raya, de la raya que marcó la balanza esta mañana. Tal vez si fuésemos del sexo masculino podríamos ser como Alfredo Casero o el John Travolta actual, que no tienen nada que envidiarle a esos muchachitos de vientre plano; pero lamentablemente nuestro cariotipo 46, XX nos condena al fracaso. Por esto y por todos los motivos que me obligan a escribirte termino esta misiva con el siguiente mensaje: "GORDA, ESTAS NOMINADA SOLO TE QUEDAN 4 MESES PARA ABANDONAR ESTA CASA CON TU BOLSITA DE TOSTADAS"...
Atentamente tu otra mitad.