21/4/10

HOMBRES DESCARTABLES

Cuando las mujeres nos sentimos desesperadamente solas o notamos que se recalentó el radiador, posamos la mirada en algún espécimen del sexo masculino, que habitualmente no es el adecuado. Y aunque el supremo nos dotó de un sexto sentido infalible, nosotras nos empeñamos en hacer oídos sordos a esa alarma interna que no para de repetir DANGER DANGER DANGER. Así, una vez que paramos la alarma de un zapatazo, empezamos a maquillar a ese hombrecito insignificante y a proyectar en él todas las virtudes del hombre ideal. Este es el momento en que comienza el autoengaño. Ejemplo 1: si mientras camina el muchacho retira del paso a un niñito, nuestra loca cabecita empieza a imaginar que sería un padre tierno por lo cuidadoso que es con los niños. Ejemplo 2: si te cede su entrada para el recital de U2 (solamente porque contrajo la gripe A y porque sus amigos ya la tienen) podes llegar a pensar que ese jovencito dejaría todo por vos (aunque al final te la cobra). Ejemplo 3: si el termostato interno se nos fundió a causa del sobrecalentamiento, seguramente el espécimen pasa a ser el mejor de los amantes.

A continuación les dejó una lista de los hombres que se deben freezar antes de sucumbir en sus brazos o de los que hay que escapar rápidamente una vez que nos atraparon:

El que se rie de todo y que relaciona cada situación con un chiste. Es el que nunca llegas a conocer porque se esconde detrás de ese payaso improvisado. Ese que se rie mientras llorás, o te destroza el momento más sublime de la película "Precious" contando un chiste de gordas.

El misógino(ese que desprecia a las mujeres bajo la falsa fachada del machista). El que siempre prioriza la salida con los amigos varones y te planta. SIIIIIIII, no te engañes…que el día que se vuelve open mind declara que es gay.

El que tiene modos suaves, que te hicieron pensar que esto se debía a la influencia femenina de la familia. A este adoptalo de amigo, que el día que estés deprimida te va a preparar el té con muffins, limar las uñas o directamente te lleva a bailar a América.

El que compite en todo. Todo lo quiere hacer mejor que vos, incluso aquellas cosas que pertenecen al universo femenino. Mmmmmmmmmmmmhhhhhhhhhhhhhh dudoso.

El que la única palabra que sabe articular es YO y nunca te deja meter un bocadillo. Seguro que el día que tiene una buena performance (aunque habla más de lo que hace)no te deja dormir durante toda la noche preguntando como estuvo.

El que después de la primera cita tarda quince días en llamar. Olvídalo, no le calentás un pomo y deja el último vasito de agua para vos.

El mamero, hijo único de madre manipuladora.

El que suda mucho como canelón recalentado (salvo que a la hora de revolear la bombacha te guste jugar al tobogán acuático).

El que tiene las uñas sucias.

El que mientras maneja, en forma espaciada emite sonidos guturales (como si sofocara un pollo atorado), o resopla por la nariz, o gruñe como puerco cuando ríe. Siiiiiiiiiiiiiiiiii, rajá, imaginátelo en la intimidad.

El que tiene cejas tupidas como el muñeco ALF y de cada lado se le para UN pelo y no se lo corta, como tampoco lo hace con los pelos de la nariz y las orejas.

El salivoso que te invita a cenar y mientras come se le forma un lago de baba por delante de los incisivos inferiores, donde flotan restos de comida licuados.

El que te invita al cine de trasnoche, se duerme en medio de la película con la boca abierta y exhala un aliento hediondo. Volve a pata de Martinez a Balvanera, que ni se te ocurra despertarlo cuando termina la película, así lo dejan encerrado en el cine!!!!!

El meloso que te halaga todo el tiempo en susurros y que te hace transpirar la oreja todo el día.

El tipo mayor de 35, que hizo 80 masters y dejo inconclusas 40 carreras, que vive con los padres y todavía no decidió su vocación, mmmmmhhhhhhhh seguro que más que una mujer busca una madre que lo aliente en todos sus emprendimientos ¡¡¡¡¡qué talentoso el nene!!!!!!

El casado histérico y chichonero, que cuando lo llama la mujer se va a atender el celular afuera de la oficina; siiiiiiii, ese que cuando le tirás un centro sale corriendo asustado.

El que siempre se atrasa o te planta con la excusa de que alguno de los padres esta enfermo. Decime qué tipo se encarga de la salud de los viejos, si para eso tiene hermanas mujeres. Salvo que sea médico o hijo único. Seguramente esta con otra o nunca se divorció.

Bueno lindas, como verán los hombres potables no abundan pero hay que ser constante voluntariosa, lúcida, despierta y descarnada. SEMPRE ATTENTA, SEMPRE VIVA. Y a ustedes muchachos les dejo esto para que descarten la idea de que a las mujeres no hay poron__ que nos venga bien… y que se den cuenta que a veces nos sobran motivos.

19/4/10

Parole, Parole, Parole

El otro día mientras arreglaba unos estantes encontré los diarios que escribía cuando tenía 10 años y no pude parar de reír. Mientras leía encontré palabras como quetejedi, macanuda, y lo que es peor, macanudísima. Ahí me di cuenta que mi forma de hablar era muy parecida a la de mi madre. Después me puse a pensar e intente recordar algunas frases o palabras que se perdieron con el tiempo.

Hay palabras que se usan poco, pero a mi me encantan y a veces las incorporo por la forma en que resuenan, porque son peyorativas, contundentes y tienen efecto catártico. Me encanta decir boncha, paparulo, poligrillo, pelagatos, chirusa, piruja, pardo, mersa….Dos que me matan pero que no me atrevo a usar son chupitegui y chitrulo. También hay términos bastante pintorescos que fueron reemplazados por la palabra “Nabo”, por ejemplo: pánfilo, papanatas, papafrita o papamoscas. Sin embargo, todavía es impresionante la cantidad de palabras del lunfardo que empleamos cotidianamente, aunque no lo advertimos (cana, yuta, buchón, afano, bagayo, bagre).

Hay frases y palabras delatoras, que denotan la edad y que mejor morderse la lengua antes de pasar por dinosaurio o pieza de museo. Expongo algunos ejemplos de las frases que nos dejan re out, totalmente fuera de juego (¿las recuerdan o alguno las usa?):

Esa se hace la mosquita muerta, pero en realidad es una ligerita de cascos…”

“jajajajajajajajajajajaja. Que plaaaato…”

“Que no se te ocurra llamar a ese electricista, es un chapucero y hace todo a la bartola…”

“Pero mirá que pinta elquetejedi, ahora empilchas como bacán…mira los vaqueros y el gamulán…seguro que te costaron un ojo de la cara…”

“A mover el esqueleto, a ver si le sacamos viruta al piso…fiesta, que fantástica, fantastica esta fiesta…”

“Viste Carlitos no pasó de grado, es que ese pibe es medio durazno y un poco tarambana…”

“¡Pero por qué no te hacés tratar!... vos siempre con la persecuta…”

“Estos chicos me tienen como bola sin manija… EEEEEEEHHHHHHHH dejen de romper los quinotos…peeeeero ¡qué batifondo! a ver si se dejan de hacer tanto bochinche… pero miren el despiporre que armaron….sigan así que se van a pegar un mamporro…AAAAAHHHHHHH y ahora encima les agarra la chinche…”

“A la perinola…viste yo te lo advertí, al final te salió el tiro por la culata…”

“Me parece que el tío de María usa peluquín…”

“¿Viste como se la mandó a guardar?…”

"Me parece que tu amiga tiene un filito…”

“Cheeee, deja algo para el resto de los muchachos, pareces un gordo bachicha…”

“Pero no seas maricón, al final vas a terminar como ese invertido”…

“Si es un codito de oro, no come huevo para no tirar la cáscara”…

“Dios Santo… ¿En serio la dejó encinta? Pero, ¡qué degenerado! Te dije que no era trigo limpio”
“Acomodate la pollera que te quedó chingada”

“Pero pedazo de pelandrún, lo volviste a tirar ¿qué te pasa estás enclenque? "

"Nos perdimos en el camino y llegar a destino nos costó un perú."

Hace cuarenta o treinta años se recurría a términos y expresiones para cuidar las formas. Así, se decía ¡la pucha! o la punta del obelisco. También se usaba caramba o ¡que macana!
Al hablar de los pormenores del mundo femenino se podían escuchar cosas como estas: “Olga esta de compras” (¿???????????????) o “Parece que al final le vino el asunto, menos maaaaaallllll, porque se la pasa rascando en la vereda con el pibe de al lado”. En aquellos tiempos a nadie se le ocurría corear pete pete pete pete, como mucho deslizaban por lo bajo: “le hizo la felattio” y nada más.
En fin, parole parole parole que vienen y se van, son aquellas que pronunciamos cuando éramos niños o que hacen referencia a nuestro lugar de origen. Son las mismas palabras de las que renegamos en algún momento para diferenciarnos de nuestros padres; simplemente “ESAS” que tanto extrañamos.

18/4/10

Mi Hija, los Anteojos y la Mujer Maravilla



A mi hija le recetaron anteojos. Ayer camino a la óptica se mostró un poco preocupada acerca de su aspecto y preguntó si iba a parecer ñoña (son los términos que incorpora gracias a los Simpson); con aires de superada le contesté que no; que su papá y yo usamos anteojos en la infancia y a nadie se le ocurrió tildarnos de ñoños….ejem. Una vez en la óptica descubrí y agradecí la manera en que las cosas cambiaron. Los formatos de los anteojos son diiiiiiiiviiiiiinos, ultralivianos, coloridos y cancheros. Mi hija salió del lugar muy contenta y mientras mi marido le advertía que los iba a tener que cuidar, yo al igual que muchacho del efecto mariposa me transporte a la época de la infancia en la que veía al mundo a través de mis gafas. Y me quedé callada impregnada por la nostalgia.
Mi historia con los anteojos comenzó a los 5 años, cuando mi mamá se dio cuenta que tenía la mirada de Demian (el pibito de la Profecía) pero como era una señora lúcida no me llevó a ver al cura y me llevó al oculista. Allí el médico nos comunicó que tenía que usar anteojos. Mi madre, como siempre, averiguó cual era el mejor lugar para hacerlos y me llevó a Lutz Ferrando. Aunque en esa época no importaba si ibas a LUTZ FERRANDO o a la óptica LUCIO FERNANDO a la vuelta de tu casa, ya que todos los marcos de anteojos eran gruesos, un poco grotescos, oscuros y pesados (te marcaban la nariz). Para colmo de males no se había inventado el tratamiento antirreflex, así que los cristales tenían un color verdoso o amarronado. Imposible no parecer Victor Sueiro...y después llorabas porque en la escuela te cargaban, pero era lo mínimo que te podía pasar.
Esto llevó a que durante los primeros años de colegio fuera bastante retraída y callada, escondida detrás de las gafas. Cuando me pedían que me los saque moría de vergüenza.
Sin embargo, todo cambió el día que ELLA llegó a la pantalla chica. La mujer maravilla fue un flash en mi retina y lo que consideraba una desgracia se convirtió en una bendición. Me sentí privilegiada por ser la versión mini y Argentina de la superheroína. Es que yo tenía todo para serlo, el pelo largo y castaño, los ojos verdes y las gafas de Diana Prince. Me faltaban la cintura de avispa y las piernas largas, pero a esa edad no me importaba. Cuando aparecía yo quedaba boquiabierta pegada a la pantalla, viendo como mi ídola peleaba con los nazis. Parecía pequeña señorita Sunshine mirando los concursos de belleza.
Después del show levantaba los anteojos en el aire, soltaba la cola de caballo y giraba giraba hasta que me caía por el mareo. Pero un día mi hermana mayor me pinchó la burbuja. Los hermanos mayores siempre te pinchan la burbuja, con papá noel, los reyes; y encima en la adolescencia te piden que te avives. Pero retomando el tema, una tarde mi hermana haciendo gala de su habilidad manual se armó el traje de wonder woman. Le robó a mi madre el rollo de papel aluminio, lo pegó sobre cartón, y de esta manera confeccionó las muñequeras, la vincha y el corset, no eran dorados pero al menos brillaban. También lleno de estrellas un bombachón de gimnasia y finalmente se calzó el traje. No les puedo explicar la frustración que sentí, porque así vestida me obligó a que fuera la sosa de Jamie Sommers, más conocida como la mujer biónica ¡pero si la rubia era ella y YO era la elegida! Así durante toda la tarde me atrapó en su lazo de la verdad. Esa fue la única vez que jugué con ella a las superheroínas. Pero decidí esperar, con el deseo oculto de que algún día se aburriría; y una fan sabe esperar y en la espera mantiene viva la pasión. Y así fue, un día ella se cansó del personaje. Aprovechando que no estaba, mi mamá me alentó a que me ponga el disfraz ¡¡¡¡¡¡¡¡¡No les puedo explicar la emoción!!!!!!!!!! Pasé toda la tarde acomodándome las muñequeras, atajando balas y revoleando una soga raquítica pintada de plateado, hasta quedar agotada, hecha un desastre, despeinada y sin la vincha.
Esta es una breve reseña de como la super heroína cambió mi vida de cuatrochi para siempre. No hubo un día que no me sintiera el retrato vivo de Diana Prince con mis gafas camino a la escuela. Nunca más me molestó usar anteojos y siempre le estaré agradecida al mítico personaje interpretado por Linda.